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La Primera Iglesia Presbiteriana Hispana de Oakland

 

es una congregación de  la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos (PCUSA); pertenece al  Presbiterio de San francisco y al CAUCUS Presbiteriano Hispano Latino. Esta congregación inició como un ministerio Hispano del Presbiterio hace más de 20 años, dentro de las instalaciones de la Iglesia Presbiteriana High Street (HSPC). La PIPH fue constituida como iglesia en Octubre del 1999. Su enfoque siempre fue, ha sido y seguirá siendo servir a todos/as y de forma especial a las comunidades inmigrantes Hispanas. En la actualidad esta congregación sirve a un promedio de 1000-1200 personas en sus alrededores y más allá. En los últimos, años esta iglesia ha pasado de ser un lugar que refiere personas a otros servicios, para convertirse en un lugar de referencia directa. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En los primeros meses del año 2014, la iglesia respondió de forma natural al movimiento de niños/as sin acompañamiento en la frontera. Varios niños/as (algunos acompañados/as de sus mamás) empezaron a llegar a la comunidad y buscaron esta congregación como un lugar de apoyo a sus necesidades. Los miembros de la iglesia empezaron a responder de forma inmediata haciendo actividades para recaudar fondos. A las primeras personas se les apoyó con ropa, comida, hospedaje y algunos gastos primarios para servicios legales y transportación. También se les ayudó con acompañamiento físico y emocional durante los primeros  pasos de sus procesos legales. A la mayoría de estos niños/as y a los familiares que Inmigración les permitió quedarse con ellos/as, se les estuvo dando hasta menos de una semana para presentarse ante un juez de inmigración. Normalmente a las madres se los colocaba un grillete de monitoreo en uno de sus tobillos.

 

Ante esta situación de urgencia, el liderazgo de la Primera Iglesia decidió por un lado, reafirmar su compromiso como  iglesia santuario, y por el otro, compartir la carga y la oportunidad de servir de una manera práctica con otras iglesias hermanas. La propuesta consistió en solicitar a dichas iglesias que adoptaran al menos una familia y proveerles apoyo directo en sus procesos migratorios y de adaptación a su nueva realidad. Tres iglesias respondieron a la invitación: Saint Johns PC, Montclair PC y Beacon PC. Adicional a estas congregaciones, otros grupos, familias e individuos empezaron a dar su apoyo material contribuyendo con víveres, ropa y hasta con pequeñas cantidades de dinero. En la ciudad, inmediatamente se empezó a formar una Coalición para apoyo de los niños/as sin Acompañamiento con representantes de diferentes organizaciones y de nuestra iglesia. Como resultado de nuestra presencia y testimonios ante el Concilio de la ciudad de Oakland y Supervisores del Condado de Alameda, se logró que fueran aprobados más de medio millón por la ciudad y dos millones por el condado, para proveer apoyo legal y emocional. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el 14 de Octubre del 2014:

Tres iglesias Anglosajonas (Saint Johns PC, Montclair PC y Beacon PC) y la Primera Iglesia decidimos que era tiempo de hacer público nuestro compromiso de Fe y hacer una Re-declaración de nuestras congregaciones como santuario para los  menores sin acompañamientos y sus familias (Documento de declaración en Ingles adjunto). Parte de nuestras conversaciones teológicas incluyeron historias bíblicas como la del niño Moisés que fue salvado del Rio Nilo por la hija del Faraón y la del Buen Samaritano que mostró la verdadera compasión en acción hacia el hombre herido junto al camino. En ambas historias la Sagrada Escritura enseña que fue necesario poner en práctica una teología de compasión y no de legalismo y perfeccionismo. El 14 de Octubre, ante la presencia de muchas personas entre clérigos/as, familias inmigrantes, activistas, televisión y prensa escrita declaramos que aunque el gobierno decidiera deportar alguno de los niños/as o familias bajo nuestra cobertura, nuestras iglesias correrían el riesgo de darles protección como un acto de fe y entendimiento de que todos los seres humanos son creación de Dios, no “ilegales”. 

 

Otras congregaciones, familias e individuos animados por la declaración de nuestras iglesias decidieron apoyar de diferentes maneras, aunque sin tomar el riesgo de proteger dentro de sus propiedades a quienes podrían ser deportado/as. Nuestra pequeña oficina pronto empezó a recibir llamadas sobre como poder patrocinar a un niño/a, que tipos de víveres podían donar, como poder acompañar de maneras afectivas a una familia o a un menor en su proceso migratorio y que clase de recursos de apoyo existen en la ciudad o en el condado. En los últimos meses del 2014 apoyamos varias familias sin hogar que fueron enviadas hacia nosotros/as, proveyéndoles hospedaje a través de colocarles con otra familia o en algún hotel del área. Familias de nuestra iglesia, que han adoptado algún menor, también han servido como mentoras hacia otras familias que deciden empezar el proceso de patrocinar algunos de los pequeños. El envolvimiento de la iglesia en este movimiento ha permitido crear vínculos con personas, grupos y organizaciones que siguen apoyado de diferentes maneras a nuestro ministerio. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como resultado de la apertura de esta iglesia hacia la comunidad, en los dos últimos años, el programa de Inglés como Segunda Lengua (ESL) creció de un promedio de 30 a estudiantes a más de 125 (Lunes a Miércoles). En los últimos dos trimestres, se ha tenido que poner a varios estudiantes en una lista de espera debido a la limitación del espacio. La mayoría de estudiantes viven alrededor de la iglesia y promedian entre 16 a 25 años de edad. Muchos de ellos son menores que deberían estar en las escuelas regulares pero prefieren estudiar en el programa para adultos porque su meta es trabajar para ayudar a sus padres a pagar deudas muy grandes. A quienes tienen procesos migratorios, la iglesia les apoya con cartas de referencia, acompañamiento a las cortes, apoyo emocional y algunos gastos preliminares.  Actualmente, con el apoyo de otras organizaciones,  estamos en conversaciones con el Distrito Escolar de la ciudad de Oakland (OUSD) para que se nos apoye con un espacio adecuado a fin de poder expandir nuestro programa educativo para adultos. Adicional al programa ESL, también ofrecemos clases de computación y alfabetización.

 

Para los medios de comunicación la efervescencia del movimiento de los menores llegando a la frontera pareciera que ha dejado de tener importancia. Sin embargo, la situación sigue siendo compleja y retadora para las personas y organizaciones que comprenden que su misión es seguir apoyando especialmente a las familias con menores. Muchas de las personas que se han convertido en patrocinadoras no han considerado el trauma que los niños especialmente traen consigo, como producto de la situación de la que tienen que huir de sus países y las experiencias terribles del éxodo hacia los Estados Unidos. Algunos de los menores se ven forzados a salir de las casas donde han sido recibidos y muchas veces no encuentran otro patrocinador dispuesto a apoyarles. Esta  situación ha movido a esta iglesia junto a otras organizaciones del área a empezar un proyecto para proveer albergue por lo menos temporal a quienes lo necesiten. Otro aspecto importante es la creación de un grupo de acompañamiento y apoyo para procesar el trauma tanto en los menores como en sus familias.

 

Llamado:

Por definición se dice que en la Teología Reformada hay espacio para todos/as. Esta declaración es un llamado profético que nos impulsa a recordar que una gran mayoría de nuestro tiempo, energías y recursos los empleamos en ser congregaciones y ministerios templo-céntricos. Por otro lado, este mismo llamado nos exhorta a hacer un nuevo análisis de nuestra realidad y a poner en práctica una hermenéutica/interpretación relevante que nos permita hacer una descentralización de nuestra misión. Como iglesias Presbiterianas entendemos que el mensaje actual sigue siendo un mensaje de gracia y no de condenación. Este mensaje basado en el poder del amor de Jesucristo nos capacita para declarar que la Palabra de Dios está sobre toda ley y de toda estructura humana que pretende declarar sin derecho a vivir en libertad y en paz a otras personas creadas a imagen y semejanza de Dios.  Como iglesias santuario creemos que no debemos declarar perdidos los casos de las personas que la ley decide rechazar y remover por considerarlos extranjeros/as y sin derechos.  Ministerios, congregaciones y organizaciones en general, Dios nos sigue hablando a través de todas las personas que siguen llegando a nuestras comunidades. No dejemos pasar la oportunidad de abrir nuestro ser y servirles como lo haría Jesucristo.

 

Por: PP Morataya

Pastor PIPH

Moderador HPHL

Director ELET moratagp52@yahoo.com

Pastor Pablo Morataya, left, joins members of his Primera Iglesia Presbiteriana Hispana and other congregations at a posada telling a contemporary tale much on the minds of congregants. (Lee Romney, Los Angeles Times)By Lee Romney contact the reporter

Guatemalan migrants, Zaqueo, left, his sister Sulamita, right, with their older brother Oscar, center, are photographed before taking ESL classes at Primera Iglesia Presbiteriana Hispana in Oakland, Calif., on Tuesday, Oct. 7, 2014. (RAY CHAVEZ

Estudiantes del programa de Ingles

 

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